16 de septiembre de 2006

Entendiendo el mundo

4 comentarios



De repente su mente se quedó en blanco, y observó las personas que le rodeaban como si acabase de aterrizar en la tierra y esa fuera su primera visión de nuestro mundo. Y vio a un anciano caminando a duras penas, sufriendo, y vio a una mujer con una bolsa de la compra, bien aferrada, y una niña que cantaba una canción de clase, con sus precioso peto. También había un perro que reclamaba algo de atención de su amo, y un bebé en un carrito observando al perro, los ojos como platos.
Se fijó en tantas cosas, tantos detalles de las personas, sus relaciones, las cosas que nos rodean y que nosotros mismos hemos creado...
Fue tal el impacto que no pudo sino sonreír, y seguir caminando a sabiendas que, aunque fuese sólo una ilusión, algo había cambiado en él, quiero decir, en mí.