21 de enero de 2007

tiempo para soñar

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Espero el día en que, en uno de esos huecos de relleno del telediario, un estudio de alguna universidad americana me confirme mi sospecha; Cuanto más pensamos, más ideas originales tenemos y más soñamos.

Y es que en las fechas de gran actividad mental, como los periodos de exámenes, las ideas creativas fluyen por las autopistas de la corteza cerebral, volando hasta el límite del condado donde está el punto de no retorno en el que te planteas abandonar tu actividad para apuntar tal idea ó esperar a tener más tiempo para retomarla. Ese es el punto en el que la idea se suele colar por el sumidero y caer en el olvido.

En esas fechas, los sueños son frecuentes y de larga duración y suelen ser, bien pesadillas oscuras, como una película de cine negro, o bien una combinación surrealista de gente que va y viene, amigos que ya no ves y muchos cambios de escenario. En cualquier caso, la falta de tiempo siempre coarta su estudio y, tras el desayuno, aquella aventura propia de un cuadro de Dalí ya está olvidada.

En "estas" fechas, es una pena el torrente de ideas perdidas y de sueños no degustados, sin más tiempo que para escribir una triste cita en tu blog....